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6 de julio de 2010

¿Qué vamos a hacer sin el Monsi?

Daniel Lara Sánchez


Como bien lo dijo Elena Poniatowska en tu homenaje post-mortem en Bellas Artes: "¿Qué vamos a hacer sin ti, Monsi?" Y yo complemento: ¿Qué van a hacer "Mito Genial", "Miau", "Caso Omiso" y tus otros 9 gatos sin tu presencia? ¿Qué van a hacer Proceso, Letras Libres, Nexos, La Jornada, El Universal y demás decenas de medios impresos sin tus colaboraciones? ¿Con quién tomaremos una copa de vino mientras brindamos "Por Mi Madre, Bohemios"? ¿Qué van a hacer las minorías mexicanas sin su Robin Hood? ¿Qué van a hacer los nuevos libros que se vayan editando sin tus prólogos? ¿Qué va a hacer "La R." sin su alma y sin su voz? ¿Qué van a hacer tus más de 3 mil libros y otros tantos cómics, discos y documentos sin tus ojos y oídos? Y sobre todo: ¿Qué vamos a hacer sin ti los mexicanos? ¿Cómo entender sin tu ironía las barrabasadas de los calderones, los peñanietos, los riveracarreras, los padresmacieles, los foxesymartitas, los televisos y tvaztecos, los lujambios, gomezmonts y demás entes malignos? ¿Por qué a genios como Gabriel Vargas, Saramago y tú les da por hacernos la gran grosería de morirse cuando más los necesitamos y nos dejan en manos de imbéciles que, a diferencia de ustedes, son ineptos, corruptos, falsos, incoherentes e hipócritas (y lo que es peor, nos gobiernan)? Al menos, ahora, estarás lejos de las críticas que recibiste siempre por tus preferencias religiosas, sexuales y políticas, poco entendidas por las mentes torcidas de la derecha y la ignorancia (¿pleonasmo?).

Creo que la respuesta es que tendremos que acostumbrarnos a vivir sin tu presencia; pero siempre estarán tus Rituales del Caos, tus Días de guardar, tus Escenas de pudor y liviandad e incontables artículos, ensayos, prólogos y todo lo que construiste y nos dejaste, a tal grado que el propio Octavio Paz señaló que eras un género en ti mismo.

Pero quizá lo que más nos duela, es que no puedas compartirnos la crónica que, seguramente, hubieras escrito de tu propio funeral. Y todas las crónicas que, seguramente, se quedarán en tu escritorio, mientras "los malosos" seguirán haciendo de las suyas, aprovechando tu ausencia, la ausencia de una de las pocas mentes críticas que le quedaban a esta especie de país.


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